Con las redes sociales suele ocurrir lo mismo que con los platos que nos pedimos cuando salimos a comer fuera. Creemos que podemos hacerlos nosotros mismos y que tan difíciles no pueden ser, son comida al fin y al cabo, ¡y yo cocino todos los días! Es decir, como utilizamos las redes sociales a diario, tendemos a pensar que son «fáciles». ¿Publicar en Instagram? ¡Chupao! ¿Subir Stories? ¡Está tirao! Sin embargo, a la hora de crear estrategias en redes sociales corporativas las cosas no son tan sencillas como parecen. Son muchas las empresas que no le prestan demasiada atención y acaban cometiendo errores garrafales y, lo que es peor, están desaprovechando un canal muy potente para su marca.

¿Quieres saber si estás haciendo lo que deberías en tus perfiles de redes sociales? Sigue leyendo, te damos las claves para que no cometas errores garrafales que afecten a tu estrategia de marketing.

1. Publicar lo mismo en todos tus perfiles

Lo sabemos, crear contenido diferente para cada red social es un esfuerzo que conlleva tiempo y creatividad. Pero si existen diferentes redes sociales es porque cada una de ellas tiene un objetivo, una audiencia y una dinámica. Por norma general, los usuarios no tienen perfiles en todas las redes sociales y, en el caso de que los tengan, no están activos en todos ellos.

El error aquí es, como hemos dicho, publicar lo mismo en todas las redes sociales. Y tú pensarás «¿Tengo que crear contenido diferente para 6 sitios distintos?«. Aquí, my friend, la clave es decidir en qué red social te interesa estar. ¿Tu público objetivo se encuentra mayoritariamente en Facebook o en Tik Tok? ¿El contenido que creas es fresco y espontáneo o se trata de información útil de más calado y desarrollo?

No se trata de «disparar a todo», sino de optimizar tus recursos y dedicarlos a aquello a lo que mayores beneficios te reporta y en los que más sentido tiene tu presencia. Si además tienes la suerte de contar con un equipo creativo grande que pueda diseñar estrategias y crear contenido para cada uno de los canales, mejor que mejor. Pero por favor, no te limites a replicar y replicar y replicar en cinco redes sociales. Si no es por ti, hazlo por los usuarios.

2. Publicar por publicar

Otro de los errores derivados del pensamiento «lo importante es estar». En la actualidad, cada usuarix recibe millones de mensajes a diario a través de las redes sociales en todos los formatos posibles (como te despistes, te pierdes) por lo que tienes que asegurarte de que lo que tú le ofreces tiene algún tipo de valor para él o ella. Ya hay contenido online a patadas, no contribuyas al ruido blanco de publicaciones sin fondo ni sentido. Créenos, tus seguidores agradecerán que en lugar de cinco veces a la semana, publiques dos pero que sean interesantes.

O sea, no te limites a darle al botón publicar porque pienses que lo que el algoritmo quiere es que compartas cuantas más veces mejor. De hecho, olvídate del algoritmo. Es un ente misterioso y voluble que no deja de cambiar y volver locos a los creadores de contenido. Empieza a cuidar lo que diseñas, ponle cariño y mimo a tu estrategia, demuéstrale a los usuarios que tienes personalidad, que molas y que estás aquí para aportar algo, ya sea inspiración, humor o creatividad. Cuando tengas una imagen y unas redes sociales sólidas, te seguirán.

3. Plagiar

No solo está muy feo, es que es ilegal y te puedes meter en un buen lío. Si no se te ocurren ideas, no las copies. Una cosa es que te sumes a los challenges y las tendencias, y otra muy distinta «fusilar» el contenido de otrx punto por punto y atribuirte el mérito. Puedes inspirarte, claro que sí, pero dale una vuelta y adáptalo a tu marca. Se trata de un buen ejercicio de creatividad que mantendrá fresca tu imagen corporativa y te permitirá descubrir nuevas formas de ver las cosas.

En lugar de tratar de copiar las redes sociales de tu competencia (aunque el benchmarketing es muy necesario y debes hacerlo), ofrece algo diferente. Así al menos tu público objetivo sabrá diferenciarte. Observa qué hacen bien y qué deben mejorar, y busca formas de introducirlo en tu estrategia. Inspírate en todo tipo de contenido, no te limites a tus competidores. Ni siquiera te quedes en lo que ofrece tu sector. Pon tus miras más allá y observa lo que funciona y podría encajar con tu mensaje y tu audiencia, aunque tú vendas zapatillas y te flipe el Instagram de una frutería de Nashville.

4. Contenido 100% comercial

Otro de los errores garrafales que más cometen las marcas en redes sociales. Los usuarios ya reciben suficiente publicidad a lo largo del día (¿has pensado cuántos anuncios ves a diario sin que seas siquiera consciente? Mejor no lo hagas) como para que también los bombardeen desde su feed. No nos malinterpretes, las redes sociales son el lugar perfecto en el que publicitarte. Pero de la forma adecuada: a través de los anuncios. Si lo único que ofreces son mensajes publicitarios, dejarán de seguirte. A nadie le gusta seguir una cuenta que lo único que publica son claims. Ponte en su lugar, ¿tú lo harías?

Deja de pensar desde el punto de vista comercial y haz un ejercicio muy sencillo. Pregúntate por qué sigues las cuentas que sigues en las redes sociales (con tus perfiles personales). Seguramente porque publican contenido divertido que te saca una sonrisa (¿a quién no le gusta un buen meme), porque te dan consejos útiles como recetas o tutoriales de maquillaje o quizá porque te inspiran con imágenes bonitas y frases motivadoras. El caso es que te aportan de alguna forma. Eso es lo que debes hacer desde tu marca: aportar algo a los usuarios. No hay que volverse locx y publicar recetas en la cuenta corporativa de una carpintería. Pero si puedes compartir imágenes de decoración para dar ideas a tus seguidores o darles tips para limpiar muebles de madera y que estén como el primer día. Publica contenido comercial, claro que sí, pero hazlo en un ratio de 80-20, en el que el 20% de tus publicaciones sean comerciales y el 80% no. ¡Notarás la diferencia!

5. Limitarte a publicar

El último error es aquel que más frustra a los usuarios. Las redes sociales no son canales unidireccionales, son auténticas comunidades. Tampoco estamos diciendo que tengas que pasarte 24/7 respondiendo a todos y cada uno de los usuarios en el mismo momento en el que se ponen en contacto contigo, pero intenta dar respuesta a sus dudas, agradecerles la participación, dar un like a sus comentarios… ¡que se sientan parte de algo!

Una de las formas más eficaces para crear comunidad son las encuestas, los challenges y todo aquello que haga partícipe al usuario. No es de extrañar que el UGC (o contenido generado por el usuario) sea uno de los contenidos más valiosos para las marcas. Mejor dicho, es el contenido SOÑADO por las marcas. Si te etiquetan en una historia o en una publicación, compártela (si el usuario te da permiso) y, sobre todo, agradécelo. Y mucho. Porque tus seguidores se estarán convirtiendo en embajadores de tu marca de forma espontánea y eso, amigos, es oro en marketing.

 

Y hasta los 5 cinco errores garrafales que esperamos que desde hoy dejes de cometer en tu estrategia de redes sociales. ¿Eres culpable de alguno de ellos? ¡Cuéntanoslo!